Los fabricantes tendrán que ser más transparentes con los datos de las recargas desde 2024

Los datos de autonomía no son los únicos que utilizan los fabricantes para captar clientes, también lo es la recarga.

La gran mayoría de las marcas han prescindido de los catálogos, pudiendo únicamente encontrar estos documentos descargándolos desde las webs de las marcas. Si buscamos la información sobre la recarga, nos encontraremos que nos indican cuanto tarda en cargarse al 80%, pero no se suele saber desde que porcentaje se inicia la recarga, ni en que condiciones, mostrando normalmente el dato que más les conviene para llamar la atención con un tiempo de carga más bajo.

Algunas marcas señalan que el tiempo de carga de un modelo determinado es de, por ejemplo, 25 minutos del 10 al 80%, mientras que otras apuestan por rebajar el límite inferior al cinco por ciento, e incluso al cero, es decir, literalmente vacía. Pero también al revés, aumentando el mínimo al 20, incluso al 30%. Unos valores que impiden a los clientes comparar esta prestación con otros modelos en los que están interesados en carga rápida.

Pero los fabricantes tampoco especifican el rango de temperatura en el que se logra este tiempo de carga, como especifica la norma ISO/SAE 12906. El gran problema es que, a día de hoy, esta norma no es obligatoria para los fabricantes, pero sí de un interés especial para todos los clientes interesados en los coches eléctricos, porque no es lo mismo que el tiempo de recarga sea bajo cero que sobre cero. Las baterías de los coches eléctricos sufren más el frío, un componente que necesita adoptar una temperatura óptima en sus celdas para que no sufran daños.

Esta norma ISO sí especifica las pruebas para medir el tiempo de carga, como por ejemplo mantener una temperatura ambiental de 23º (con una tolerancia de tres grados) o que la autonomía restante debe estar entre 15 y 60 kilómetros cuando comience el proceso de carga, aproximadamente un 10% de la capacidad restante. Sin embargo y, una vez más, las marcas sí toman como referencia la potencia máxima del cargador, como especifica esta norma ISO.

La Asociación Alemana de Fabricantes (VDA) se ha percatado de esta confusión sobre los datos de las recargas y lo quiere solucionar con un estándar unificado para todos. Así, desde 2024, todas las marcas deberán de exponer claramente en las especificaciones técnicas y catálogos el tiempo de carga, la potencia máxima y la eficiencia de carga, así como la autonomía mínima disponible cargando hasta el 80%.

tiempos de carga más trasparentes

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